ayudar sí, dejarse aprovechar no...

Estos días una ex-compañera de la clase me estuvo pidiendo unos apuntes y al principio me ofrecí sin problemas a ayudarla, pero cuando termine de colgar el teléfono me di cuenta de que ella jamás me había ayudado en nada, es más ni se percataba de mi existencia en clase. Entonces pensé, por qué tendría que ayudarle. Asi que reflexione y me di cuenta de que aunque ella nunca hubiera hecho méritos para que yo la ayudara, mucha gente a mí sí que me había ayudado. La vida es una rueda y puede que hoy yo tenga la oportunidad de ayudar pero quizás mañana sea yo la que necesite ayuda, por esta razón tenemos que procurar ayudar al que lo necesita. Eso sí... tampoco hay que ser tonto y ayudar a alguien que continuamente se está aprovechando de nuestras buenas intenciones. También hay que tener valor para saber hacerse respetar, porque hay veces que por vergüenza no decimos que nuestra buena voluntad tiene limites. No es malo decir no, lo realmente errado es no cuidar lo que la vida nos da.