Ella quiso enterrar los años, los momentos y los recuerdos a su lado. Creyó que abandonarle sin explicaciones mataría sus sentimientos y la tristeza consumiría cualquier esperanza de un perdón. Pasaron los años y volvió a aquel lugar que la vio crecer. Intentó no encontrarse con él pero.. ¿Se puede frenar a dos corazones que están destinados a estar juntos?
Una mañana, saliendo de la universidad, lo vio pasar. Sus miradas se cruzaron un milésima de segundo, porque ella esquivó sus ojos cargados de preguntas y de un amor intacto a pesar del tiempo. Exigió a sus piernas que se movieran, pero éstas parecían no querer alejarse otra vez de aquel primer amor. Él, con una falsa tranquilidad, le dijo:
- No sé cual fue mi error, pero, a pesar de tu partida, siempre guardé la esperanza de que este día llegara. No te voy a reclamar nada. Solo quiero saber si aún me amas. Si no es así, daré media vuelta y me iré, intentado olvidar que te amé.
- Es mejor seguir adelante y no mirar atrás.- La muchacha se dio media vuelta y él jamás volvió a saber de ella.
A veces amar de verdad es saber respetar.
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